No hay santos (Dúo de pecadores, 1) de Sophie Lark

Ella sabe que él no es un santo, pero no tiene idea de que está bailando con el diablo.

Cole Blackwell valora el control. Es el escultor más popular de San Francisco: rico, exitoso y respetado. Su única debilidad es el oscuro impulso que oculta cuidadosamente. En verdad, no es sólo un artista: es un depredador y la ciudad es su coto de caza.

Mara Eldritch no es nadie. Quebrada y dañada, tiene tres trabajos mientras crea pinturas que nadie verá jamás. Cuando un encuentro casual pone a Mara en el camino de Cole, su escape de una muerte segura fascina a Cole. Más que eso: lo fija.

Él comienza a acecharla y descubre que hay más en el inadaptado que lucha de lo que hubiera imaginado. Ella le hace sentir cosas que nunca pensó que podía sentir. Quiere cosas que pensó que nunca querría. No sabe si debería protegerla a toda costa o destruirla antes de que ella lo arruine. Está perdiendo el control, rompiendo las reglas que han mantenido su verdadera naturaleza oculta al mundo.

Mara sabe que es peligroso, pero Cole es la única persona que alguna vez ha reconocido su talento, y eso lleva su corazón por mal camino, directo a la oscuridad.

Cole puede enseñarle a conseguir lo que quiere... pero ¿qué podría querer a cambio este despiadado asesino?

Advertencias de contenido: asesinos en serie, sangre, consentimiento dudoso, asesinato gráfico, violencia gráfica, menciones de abuso infantil, secuestro, acecho, abuso emocional, autolesión, agresión sexual, alcoholismo, tortura.